Sidonie y el canto al amor robótico

By julio 18, 2014Música

Esta semana en Sunday Sessions nos vestimos de gala porque recibimos a una de las bandas más importantes y respetadas de la escena alternativa española. Sidonie lleva más de 15 años en el mundo de la música fascinando a propios y extraños a base de dosis bien cargadas de pop psicodélico y rock alternativo. Cualquier indie que se precie debería tener alguno de sus 7 discos de estudio en su colección particular. Sidonie es la unión de Marc Ros, Jesús Senra y Axel Pi. Su última criatura discográfica se llama “Sierra y Canadá”. La premisa del disco es simplemente magnífica… Cuenta la fábula de Sierra y Canadá, dos robots que se enamoran de manera asincrónica. Ciencia ficción, un poquito de distopía y androides presas del romanticismo se dan cita en el disco más atrevido y rompedor de esta imprescindible banda catalana.

“Sierra y Canadá” está dotado de un sonido sintético que supone una ruptura total con sus predecesores. Si quieres acercarte a los Sidonie más psicodélicos y rockeros no es precisamente el disco más indicado para hacer ese viaje sonoro. Es cierto que su naturaleza primigenia y esencia están ahí, detrás de los circuitos, cables, chips y tejidos que componen a Sierra y Canadá…

Los temas tienen una estructura diferente a lo habitual en otros discos del grupo, la electrónica está mucho más presente en ellos. Lo que sí está claro es que el feelling que transmiten sus melodías conserva intacta la magia que ha hecho a esta banda de Barcelona uno de iconos de la escena alternativa en España. La gran mayoría de los temas nacen de las entrañas de un teclado Lowrey del 74 que llega a las manos de Sidonie casi por casualidad. La temática y letras beben de lecturas de clásicos de la ciencia ficción firmados por Isaac Asimov o Philip K. Dick.

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Pero volvamos de nuevo a la premisa del disco (me encanta). Sierra y Canadá son los dos robots que protagonizan la historia de amor asincrónico. Es decir, estos dos seres se enamoraron a destiempo, sintieron lo mismo el uno por el otro pero nunca en el mismo momento.
Canadá, el protagonista masculino, es quien cuenta la historia y quien bautiza a la heroína. Escoge el nombre de Sierra porqué a eso le supo su último beso: a frío metal dentado. Él se hace llamar Canadá, nombre de país eternamente a la sombra de ese otro país vecino; ese que es hogar de triunfadores; ese que es tierra de los más fuertes y el definitivo destino de los libres. Ese complejo de segundón hace que Canadá le cante al astronauta Aldrin, al compositor Salieri, al medio héroe Robin, al K-2 (la casi más alta montaña del mundo), al feo de los Wham… A todos los segundones que siempre llegan tarde, a los que siempre pierden la final.´

Sidonie es una apuesta sobre seguro. Sus inicios se mueven en torno al misticismo y la psicodelia para acabar transitando por los senderos del pop. Comenzaron su carrera cantando en el idioma de Shakespeare para acabar afianzándose en el de Cervantes. Un disco homónimo es su carta de presentación en 2001. Los demás deberías escucharlos: “Shell Kids” (2003), “Fascinado”(2005), “Costa azul” (2007), “El incendio” (2009) y el tuareg cósmico de “El fluido García” (2011). Pero eso es el pasado. Hablemos de historias de amor entre robots y del presente…

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“Sierra y Canadá” es vuestro séptimo álbum de estudio… ¿Qué se va a encontrar el gran público, a grandes rasgos, en estas nuevas composiciones?
Se van a encontrar con un disco de ciencia ficción con melodías pop y un teclado antiguo.

La premisa de “Sierra y Canadá”, dos robots que se enamoran de manera asincrónica, es absolutamente genial, creativa y muy literaria… ¿Cómo surgió esta idea y como se le fue dando forma hasta desembocar en vuestro último trabajo?
Quería contar una historia de amor pero no quería repetirme en la forma de hacerlo. Cuando estaba haciendo las canciones estaba leyendo un libro de Isaac Asimov que se llama «Los robots del amanecer» y de ahí vino la idea de que el disco lo protagonizaran dos robots. Empecé a leer libros de ciencia ficción que me ayudaran a ambientar la historia y, al mismo tiempo, a repasar la historia de la música electrónica que era el tipo de música que mejor casaba con la robótica.

Sidonie – Sierra y Canadá

¿Quién es Sierra? ¿Hay alguna criatura humana en la que se haya basado?
¡Sí, pero no te puedo decir quien es! Todas las canciones que hago, hablen de lo que hablen, están basadas en cosas que me han pasado y en personas que conozco.

¿Quién es Canadá? ¿Por qué el nombre de ese país y parte de su imaginería, símbolos, banderas, etc… en vuestro nuevo material y conciertos?
Canadá es el protagonista masculino y lo bauticé así porqué sufría un complejo de segundón como el país del norte de América respecto de EEUU. Como todos los Sidonie, alguna vez, nos hemos sentido así, hemos decidido hacer himno y bandera para tomárnoslo con humor.

¿En “Sierra y Canadá” hay también espacio para el humor y algo de disparate?
Sí, “Yo Soy La Crema”, “Un Día De Mierda”, aunque hablen de cosas graves están hechas desde la indolencia y el humor y así dan un contrapunto al resto frío y metálico del disco.

13 temas con títulos maravillosos que se te clavan en la retina en una primera lectura rápida. ¿Qué hay dentro de “Un día de mierda”?
Hay una historia triste contada de una forma muy sencilla y que a todos sin excepción nos ha pasado. Para Santos & Fluren y para nosotros es la mejor melodía del disco, una de las mejores de Sidonie, sería una lástima que la palabra «mierda» empañara la belleza de esta grabación pero no podía poner otra palabra porqué quedaba forzado.

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¿Se puede ser más feo que “El feo de los Wham”? ¿Más feo incluso que el “feo” de los hermanos Calatrava?
En realidad el de los Wham no era tan feo pero quedaba totalmente eclipsado por George Michael, todo un efebo. A mí también me ha pasado esto por eso le tengo simpatía al tipo. Los Hermanos Calatrava… ¿Cómo olvidar esa versión de Space Oddity?…

El futuro de la robótica, máquinas con sentimientos… ¿Hay un poquito en vuestro disco de producciones como “Animatrix” o la reciente “Her” (no sé si habréis visto estas pelis) en “Sierra y Canadá”?
Sí y sobretodo de «Blade Runner» que posee una estética muy especial que nos ayudó a contextualizar el disco.

¿Sois amantes de la ciencia ficción? ¿Cuáles son vuestras referencias en este género en cine, literatura, comic…?
El ya citado Asimov, Ray Bradbury, Philip K. Dick son claros referentes literarios y además de «Blade Runner» no puedo dejar de citar 2001 y Star Wars.

Habéis salido de vuestra zona de confort para explorar nuevos caminos y sonidos de la mano de la electrónica. ¿A qué se debe este evidente cambio de vuestro sonido más clásico y psicodélico a dejarse querer y acariciar por las máquinas?
Este cambio se debe a las ganas de probar cosas nuevas. Nos encanta la música, no solo un tipo de música, en mi discoteca hay de todo, de Chopin a Pet Shop Boys y cuando hacemos música no nos gusta que nadie nos diga que algo no se puede hacer porque no suena a Sidonie, sería aburridísimo estar haciendo el mismo disco año tras año.

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Este último trabajo está íntimamente ligado a la historia de un teclado que adquirís en una tienda de antigüedades… Un órgano con un sonido muy particular… ¿Podríais resumirnos un poco este episodio?
Tenía encargadas un par de sillas de los años 70 para mi casa y cuando fui a buscarlas me encontré con un teclado marca Lowrey del 74 que ya conocía. El problema es que estaba bastante maltrecho pero me lo llevé igualmente porqué me lo vendieron a precio de saldo. Lo reparé y me vi haciendo casi todas las canciones nuevas con el Lowrey, me di cuenta que ese sonido particular era el que mejor expresaba la historia.

¿Hubo algún cambio sustancial a la hora de producir este nuevo disco, tanto en el diseño de los temas como en su grabación final?
Todo. No ensayamos ni un compás, llegamos al estudio con las maquetas que había grabado en mi teléfono inteligente y cada uno utilizó instrumentos no habituales en Sidonie. Era la única forma de llegar a algún sitio diferente, cambiando todo el método de trabajo habitual y no repitiendo trucos.

¿Cómo estáis percibiendo la experiencia de tocar “Sierra y Canadá” en directo, estando tan impregnado de sonidos sintéticos y electrónicos, en contraposición con vuestros temazos y clásicos de siempre?
Ha sido un disco muy difícil de ensayar para el directo. De hecho, hay canciones que no pueden ser interpretadas a no ser que se utilicen muchas cosas grabadas y eso no nos acaba de apetecer. Las que estamos interpretando ahora quedan muy dignas después de mucho trabajo y lo mejor es que hemos conseguido el maridaje con el repertorio antiguo.

¿Cuál es el palpitar de vuestro público habitual al experimentar “Sierra y Canadá” en directo? ¿Qué mensajes y sensaciones recibís desde el escenario?
Hay tres canciones que destacan sobre el resto cuando hablamos de las reacciones que vemos del público desde el escenario, son: Sierra Y Canadá, Un Día De Mierda y Estáis Aquí. Nos gusta mucho compartir estas canciones, ver que la gente las canta y baila… Hay canciones que conectan de una forma especial con la gente, a mí me gustaría que todas las canciones tuvieran ese poder pero es muy difícil.

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¿Tenéis alguna manía o ritual especial antes de un concierto?
Nos besamos en los labios los cinco músicos, nos damos un «pico». Es complicado pero es nuestro ritual.

El primer single de vuestro nuevo material se titula “Sierra y Canadá (historia de amor asincrónico)” es todo un torpedo a la línea de flotación de la tranquilidad emocional. ¿Por qué habéis elegido este tema? ¿Es quizás la mejor carta de presentación para poner en situación al personal de lo que viene después?
Tuvimos muchas dudas a la hora de elegir el single. Se nos ocurrió la idea de hacer una escucha con fans del grupo por concurso en tres ciudades diferentes: Madrid, Santiago y Barcelona y la canción que eligieron fue Sierra Y Canadá. Fue una experiencia muy interesante y nos gustaría repetirla otra vez.

La factura del videoclip de “Sierra y Canadá (Historia de amor asincrónico)” es de una factura exquisita ¿Quién está detrás de su grabación y factura? ¿Qué habéis querido transmitir con la imagen de la portada, con estas tres figuras deconstruidas?
El vídeo lo hizo Joana Colomar e hizo un trabajo estupendo. La elección de los dos niños es acertadísima (y compensa nuestro acting amateur). Joana apostó por una estética de vídeo juego de los ochenta que enriquece la canción con su particular aspecto visual. La portada está basada en un collage que hice con una ilustración de un catálogo de moda de los años 30. Los tres modelos masculinos están desestructurados para plasmar el sonido «artificial» del disco.

Vuestra última criatura discográfica es la más artificial hasta el momento. Tengo entendido que prácticamente no pisasteis los locales de ensayo para darle forma y que la tecnología ha sido vuestro principal aliado en lo creativo… ¿Sentisteis en algún momento que el resultado podría ser demasiado frio e impersonal? ¿Demasiado alejado de la particular sensibilidad de vuestros anteriores trabajos?
Buscábamos el artificio para ambientar la historia que tiene lugar en una ciudad distópica en un futuro próximo. No podíamos hacer esto con los instrumentos básicos del rock. La sensibilidad sigue estando ahí porqué son los mismos tipos quien componen e interpretan aunque esta vez lo hayan vestido muy diferente.

¿Qué queda de vuestro anterior disco, “El fluido García”, en este último LP?
El “Fluido García” nos dio la libertad para hacer lo que quisiéramos en un próximo disco. Era el disco que rompió la trilogía anterior de pop clásico.

Sidonie – A Mil Años Luz

¿Tras esta experiencia más electrónica se volverá a pop psicodélico y al rock alternativo o ya estáis montados en un cohete sin marcha atrás hacia otros sonidos y caminos?
No tenemos la más mínima idea de cómo se va a desarrollar nuestra próxima aventura. Esta ignorancia es emocionante y nos da mucha libertad.

¿Cuál es el estado actual de la relación entre Jesús, Marc y Axel? ¿Quién sería el Sierra y Canadá del grupo y quién se quedaría mirando…?
Nuestra relación va muy bien. No todo lo que nos pasa es bonito y los momentos en que las cosas se ponen difíciles nos unen aún más, este es nuestro secreto, que funcionamos como una familia y la familia es lo primero de todo.

“Sierra y Canadá” salió al mercado el pasado 25 de marzo en todos los formatos habidos y por haber. ¿Cómo está funcionando comercialmente?
Llevamos más copias que «Dark Side Of The Moon», ya no sabemos qué hacer con los royalties…

Lleváis prácticamente toda vuestra carrera bajo el cobijo de una grande como Sony Music. ¿Es fácil trabajar con ellos tanto en los aspectos creativos como en lo que al marketing y lanzamiento se refiere o hay más de “voz y mando”?
En Sony hay un equipo humano reducido que está por nosotros, unos apasionados por la música. La gente imagina a tipos de 50 o 60 años trajeados que te venden lo que sea y no es así para nada, por eso nuestra relación es tan longeva.

Son ya casi 15 años de historia de Sidonie. Permitidme que vaya un poco atrás en el tiempo para aquellos que no conozcan bien vuestra trayectoria. ¿Cómo surge la semilla de la banda? ¿Por qué os bautizasteis con ese nombre?
Queríamos un nombre de una sola palabra, femenino y sensual y lo encontramos en una canción de Brigitte Bardot. Sidonie es un nombre francés de chica y el primer single de BB. Al principio versionábamos a nuestros héroes musicales como Beatles, Stones, Velvet, Bowie, Barrett, etc… hasta que empezamos a trabajar material propio definiendo nuestro sonido.

Vuestro primer EP, “Dragonfly”, es magia pura rebosante de psicodelia y rock. Fue vuestro espaldarazo ante la gran masa. ¿Qué recuerdos tenéis de aquellos momentos, de la inusitada atención mediática, de la forma de afrontar los conciertos…?
Recordamos la cola que había en la sala Sol de Madrid la primera vez que tocamos en la capital, no nos lo podíamos creer. Tardamos un tiempo en reconocer que hacíamos algo que le interesaba a la gente. No nos profesionalizamos hasta la grabación de nuestro segundo LP “Shell Kids”, ahí fuimos consciente de todo y del papel que jugábamos en el pop español. Los conciertos del principio eran una locura. Llegábamos a la prueba de sonido sin dormir, hacíamos el concierto y nos íbamos de fiesta por ahí, al día siguiente igual… Eso duró dos años hasta que estuvimos a punto de perder el centro irreversiblemente. Aún tengo fresco el recuerdo de un día en un camerino en el que pensé que no estaba respetando a la gente que me había venido a ver, a partir de ese momento empecé a cuidarme un poco.

Sidonie – All is Cool in the Evening

“Shell Kids” es quizás vuestra mayor joya musical. Uno de los trabajos más sobados por la crítica y aclamado por vuestro público. ¿Cómo se vive el éxito cuando se toca por fin con las manos? ¿Creíais que vuestra carrera llegaría con tan excelente salud a este siglo XXI?
No nos detenemos a pensar mucho estas cosas, simplemente seguimos y seguimos. Sí que nos sentimos orgullosos de nuestra carrera pero este pensamiento dura unos segundos y nos ponemos al lío otra vez.

Sidonie – On the Sofa

¿Hasta cuándo tenéis pensado estar dando guerra sobre los escenarios?
Mientras haya personas que nos quieran escuchar podemos seguir un tiempo más.

¿Cuál es vuestra definición de “música indie”, y cuál creéis que su salud actual en nuestro país?
Indie es una mala definición porqué nace de la negación. Indie es lo que no es mainstream y ahí cabe de todo, hasta nosotros que sobre el papel no somos indie. La salud estrictamente musical es buena, lo demás está realmente mal.

¿Qué grupos nacionales e internacionales habéis descubierto últimamente y nos podríais recomendar?
Me gusta «Nadie Se Resiste Al Amor» de Carlos Cros e “It’s Album Time» de Todd Terje.

Carlos Cros – Nadie Se Resiste Al Amor

Recientemente habéis publicado “Un día más en la vida”, una mirada en instantáneas al proceso creativo del nuevo disco, vuestros viajes, conciertos, idas y venidas… Todo bajo la óptica de Carles Rodríguez, uno de los fotógrafos referentes del mundo del rock. ¿Qué se va a encontrar el fan de Sidonie en este libro? ¿Han captado realmente vuestras almas en sus páginas (como decían los nativos norteamericanos…)?
El libro tiene una factura estética impecable y transmite emoción. Carles es un gran artista porque ha organizado el caos, es sutil y muy ágil.

¿Cuáles son vuestros principales proyectos de futuro?
Ahora mismo dar conciertos y hacer viajes prometedores alrededor del globo con nuestras nuevas canciones.

Estamos en Creation 5… Ya que “Sierra y Canadá” va de robots, queremos saber los nombres de los 5 robots que más os molan del universo…
Hal 9000, las dos replicantes femeninas de Blade Runner, R2D2 y C3PO y Mazinger Z

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Sierra y Canadá – Tracklist
1. Sierra y Canadá
2. Rompe tu voz
3. Gainsbourg
4. Yo soy la crema
5. Un día de mierda
6. Canadá (El feo de los Wham)
7. Estáis aquí
8. El mismo destello
9. Canadá 2 (cafeina y brevedad)
10. Las dos Coreas
11. La noche sin final
12. Olvido y morfina
13. Hiroshima mi amor

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